Uno de los mayores desafíos para acceder a alimentos saludables y soberanos en la Capital radica en la distribución interna. Las medianas y grandes cadenas de la Agroindustria han ejercido un monopolio sobre la semilla, la producción y la distribución comercial de productos frescos.
Cuando las restricciones de la Pandemia entraron en vigor, obtener alimentos frescos y saludables se volvió prácticamente imposible. Fue en este contexto que Frutos de Nuestra Tierra redirigió sus esfuerzos para salvaguardar el bienestar de las familias tanto en el campo como en la ciudad, dando vida a la Canasta Solidaria AgroEcológica de Carcelén.
Este cambio transformó hogares en Puntos AgroEcológicos, inspirando el nombre de nuestra página web. Este proceso implica una redefinición de las dinámicas de acopio, distribución y consumo responsable, todo dentro de estrictos protocolos de bioseguridad.
Artistas y gestores culturales de Aya Hatariy, quienes enfrentaron la pérdida de ingresos económicos durante este periodo, se unieron para colaborar en un modelo único de personalización de pedidos y entregas a domicilio. Este modelo no solo triunfó sobre la Intermediación Abusiva, sino que también dio origen a una eficiente gestión de Distribución Solidaria. La colaboración creativa se convirtió en la fuerza impulsora detrás de un cambio significativo en cómo accedemos y disfrutamos de alimentos saludables en la Capital.